En la literatura médica existe un consenso a propósito de la pérdida de peso preoperatoria y está relacionado con una disminución del tamaño hepático y de la grasa intraabdominal, lo que hace más sencillo para el Dr. Arana y el resto del equipo quirúrgico llevar a cabo la intervención, mejorando el estado de los órganos abdominales, desinflamando el hígado y disminuyendo considerablemente los riesgos de salud a corto plazo.

Una vez que el cirujano bariatra en Monterrey haya llevado a cabo el procedimiento, es recomendable una alimentación con base en líquidos, a fin de disminuir la tensíon hacia las líneas de grapeo y sutura así como para permitir una adecuada cicatrización. Por lo general, nuestros especialistas hacen hincapié en que esta fase se cumpla, en mayor medida, con el consumo de un buen aporte proteico, que es uno de los puntos críticos de los pacientes bariátricos. Pueden consultar con nuestros especialistas la viabilidad del consumo de lácteos semidescremados, yogur y cremas bajas en grasa, así como infusiones herbales, sopas y jugos sin azúcar.

La alimentación con purés o papillas tiene una duración promedio de 1 semana, de acuerdo con las consideraciones de nuestros expertos, fraccionando cada día en 5 comidas de porciones pequeñas. Lo que hace esta fase es favorecer significativamente la tolerancia de mayor residuo gástrico y la capacidad de deglución de mayores cantidades de fibras y solutos. Esto con el objetivo de ir preparando los habitos para la masticación y segmentación adecuada de los alimentos.

Su función es la de prevenir o aliviar la irritación gástrica, favorecer la digestión de los alimentos, el tránsito intestinal y, sobre todo, se recomiendan con el objetivo de prevenir la distensión del tracto digestivo, probando la capacidad de las nuevas estructuras abdominales, que han sido modificadas con la manga gástrica en Monterrey.

Constituye la fase final del proceso de reinserción de la alimentación y es la base para que logren los resultados que desean. En este caso, deben seguir las recomendaciones nutricionales de nuestros cirujanos, haciendo de 5 a 6 comidas al día en pequeñas porciones, que incluyan fibras y que sean cien por ciento balanceadas, evitando los productos altos en grasas.

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